Uno de los problemas importantes de la civilización moderna es el envejecimiento en avalancha de la población, determinado tanto por el aumento de la esperanza de vida como por el descenso de la natalidad. España no es una excepción a este respecto. El número de personas en edad de jubilación aumenta cada año. Todo ello da lugar a la aparición de muchos nuevos problemas sociales y médicos asociados tanto a la insuficiente cobertura de la población con atención geriátrica (atención médica especializada para ancianos y personas mayores) como a la ausencia o el subdesarrollo de los servicios sociales que prestan atención a las personas mayores.
A menudo, el envejecimiento se asocia al deterioro de la memoria y de otras funciones cognitivas responsables de la interacción humana con el mundo que nos rodea. A medida que aumenta la gravedad del deterioro cognitivo, se convierte en un obstáculo para la continuación de una vida activa, dificulta la realización de las actividades cotidianas e impide a los ancianos seguir viviendo de forma independiente, haciéndoles dependientes de los demás.
El deterioro cognitivo grave tiene muchos sinónimos: demencia senil, marasmo o, en términos médicos, demencia. La demencia se convierte en una pesada carga para las familias de los pacientes, que deben hacer frente a gastos sustanciales, tanto directos, relacionados con la necesidad de exámenes y compra de medicamentos, el pago de cuidadores o residencias, como indirectos, por la pérdida de ingresos de los cuidadores informales.
Se ha demostrado que en la mayoría de los pacientes la progresión del deterioro cognitivo continúa durante muchos años. Esto permite aplicar diversos enfoques destinados a prevenir la creciente gravedad de dichos trastornos y prevenir la demencia.
Las medidas para prevenir la demencia deben centrarse en eliminar o reducir la influencia de los denominados factores de riesgo modificables, que incluyen el control de la presión arterial, los niveles de azúcar y colesterol en sangre, la normalización de la función tiroidea, la prevención de la hipodinamia (estilo de vida sedentario) y el tratamiento oportuno de los trastornos emocionales (aumento de la ansiedad y la depresión, trastornos del sueño).
Además, los ejercicios destinados a entrenar las funciones cognitivas (entrenamiento cognitivo) ocupan un lugar importante en la prevención de los trastornos cognitivos.
Numerosos estudios sobre la prevención de la demencia han demostrado que lo más justificado es un enfoque multicomponente, dirigido a eliminar no sólo uno, sino simultáneamente el mayor número posible de factores de riesgo. El efecto favorable de los ejercicios cognitivos viene determinado por la formación de una «reserva cognitiva» mediante el fortalecimiento de la red de estructuras nerviosas, creando conexiones adicionales entre las células nerviosas. Esto garantiza que incluso en caso de enfermedad cerebral, que puede conducir a la demencia, los trastornos se manifiesten más tarde, lo que aumenta el periodo de vida más activa e independiente del paciente, haciendo menos evidentes los signos de progresión de la enfermedad.
Uno de los factores más importantes para crear una reserva cognitiva es la educación en los primeros años de vida. Diversos investigadores de todo el mundo han demostrado que el nivel educativo (el número de años de educación que ha tenido una persona) tiene una pronunciada relación inversa con el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en los ancianos.
Al mismo tiempo, el ejercicio de las funciones cognitivas preservadas no pierde su relevancia en la vejez, especialmente en el desarrollo de signos de enfermedades que pueden conducir a la demencia. Se ha demostrado que tales ejercicios tienen un efecto favorable incluso si ya se ha producido la demencia.
El propósito de Biohacking Cerebral es familiarizar al lector con la influencia del envejecimiento sobre el cerebro y los procesos mentales en general, así como con uno de los posibles sistemas de sesiones de entrenamiento dirigidas a entrenar las funciones cognitivas en las personas mayores. El sistema propuesto incluye ejercicios para el entrenamiento del habla y la inteligencia en formato de sesiones de grupo, lo que permite complementar los efectos de la estimulación directa de determinadas funciones cerebrales con la influencia favorable del entorno social mediante la creación de un ambiente psicológico que aumente la motivación de la persona mayor por dichas actividades. El proyecto de Bionacking Cerebral recibió las mejores valoraciones de todos los participantes.